Este miércoles 12 de abril a las 19:30 h se presenta en la Fundación Sierra Pambley la Coordinadora Provincial en Defensa del Territorio de la que forma parte León Ruge.
Desde los colectivos que formamos esta coordinadora queremos denunciar que los proyectos que están aprobando, bajo la justificación de la lucha contra el cambio climático: parques eólicos, fotovoltaicos, pantanos, centrales de biomasa, generación de hidrogeno, extracción de minerales a cielo abierto, etc., van a afectar y destruir, irreversiblemente espacios y hábitat naturales de gran valor medioambiental y paisajístico, zonas agrícolas y ganaderas indispensables para garantizar la producción de alimentos, y en algunos casos pueden tener graves repercusiones en la salud de la población. La inmensa mayoría de estos proyectos están dirigidos a captar los miles de millones de euros de los fondos europeos “Next Generation”, que se transformarán en deuda y van a hipotecar los derechos de las generaciones venideras.
La decisión de convertir la provincia de León en zona de sacrificio, para generar energía y extraer todo tipo de recursos, que serán enviados hacia las grandes ciudades y nodos industriales, para seguir manteniendo un imposible “crecimiento” en un mundo de recursos finitos, es una huida hacia delante en aras de seguir potenciando el insostenible modo de vida actual, que además provocará un incremento de los desequilibrios territoriales y demográficos. Este modelo de falso desarrollo es continuación del extractivismo al que ha sido sometida esta provincia desde el siglo pasado, y traerá aparejado un nuevo vaciamiento poblacional, y beneficiará exclusivamente a determinadas multinacionales, no a la población.
En un escenario de reducción de la disponibilidad de combustibles fósiles, de contracción de las cadenas de suministros, de colapso ecológico y de crisis climática, lo más sensato es planificar una reducción del consumo energético innecesario, garantizando lo básico, potenciando la producción local y el consumo de proximidad, en lugar de tratar de mantener modelos económicos basados en transporte de energía, materiales y productos desde miles de kilómetros. El tiempo de negar las verdades inconvenientes ya pasó. Lo que está en juego es la destrucción planificada de nuestro territorio.